Olivia Colman y Jessie Buckley destacan totalmente, verlas juntas en la pantalla grande es un punto clave, una de ellas nos muestra la represión, el deber ser y la otra la libertad y dejar de lado el qué dirán.
Ciudad de México, 21 de julio (SinEmbargo).- Este 25 de julio llega a las salas de cine Pequeñas Cartas Indiscretas (Wicked Little Letters), protagonizada por la actriz ganadora del premio Oscar, Olivia Colman y Jessie Buckley, esta comedia basada en hechos reales, busca entretener.
¿De qué va? Pequeñas Cartas Indiscretas se desarrolla en los años 20 en Littlehampton, Inglaterra, ciudad en la que vive Edith Swan, una devota y abnegada mujer que empieza a recibir cartas con mensajes obscenos y llenas de groserías, ella cree saber quién es la autora de esas misivas y apunta a Rose Gooding, una mujer con una hija que además es vecina de Edith, Rose vive de manera diferente a todas las mujeres de la zona, por lo que no es vista, en general, con buenos ojos. Las cartas se convierten en un problema que asola a todos los habitantes, pero la agente de policía Gladys Moss se enfocará en resolver el misterio y encontrar al culpable de todo el embrollo.
Olivia Colman y Jessie Buckley destacan totalmente, verlas juntas en la pantalla grande es un punto clave para ir al cine por esta cinta y es que la dinámica entre ellas es disfrutable y el gran trabajo de estas dos actrices es notable, una de ellas nos muestra la represión, el deber ser y la atención al qué dirán, mientras que la otra vive de manera libre, hace caso a sus impulsos y habla y se expresa cómo le da la gana, más allá de las convenciones sociales, un elemento que toma mucha importancia pues el uso de las palabras es el hilo de esta historia.
La cinta es una comedia irreverente, con un toque de humor negro, que curiosamente no se mete en problemas o se inclina hacia algún lado, es decir, a pesar de que cuenta con momentos de drama, no se decanta por estos, tampoco es que todo el tiempo arranque carcajadas de los asistentes, por lo que carece de matices; sin embargo, pone sobre la mesa la dificultad que vive una mujer para ser escuchada y valorada en una sociedad llena de prejuicios y doble moral en la que las palabras sirven en una especie de escape.
Un punto a favor es su duración de 100 minutos, lo que ayuda a tener una película que no se siente pesada. Además, destaca su ambientación, el vestuario, la fotografía y la producción para hacer viajar al espectador a los años 20.
Pequeñas Cartas Indiscretas no es una obra maestra, la historia da la sensación de repetirse en varios momentos y sí se es observador es posible descubrir de manera rápida a la persona culpable de las cartas, sin embargo, es ver a Olivia Colman y Jessie Buckley juntas.